Cuando oyes hablar de vello facial en mujeres, tienes que saber que nos estamos refiriendo a un excesivo crecimiento del pelo de la cara de una mujer, que suele afectar de manera más especial a la zona de las patillas, el cuello, la barbilla y el labio superior. Sin embargo, también puede afectar a otras zonas del cuerpo como las areolas mamarias, la zona del ombligo, la espalda o los muslos.
¿Cuáles son las causas del vello facial en las mujeres?
El exceso de vello en las mujeres se conoce médicamente como hirsutismo.
Esta situación se suele producir por el descontrol de determinadas hormonas masculinas presentes también en las mujeres y que, de forma natural, se producen a niveles bajos para conseguir mantener un equilibrio. Pero son hormonas necesarias para evitar que se produzcan una serie de problemas.
Factores genéticos
Las mujeres mediterráneas y del subcontinente indio son más propensas a que se les desarrolle vello facial en comparación con las mujeres cuyo origen es americano, oriental o europeo.
Además, si en tu familia ha habido casos de hirsutismo, tienes muchas posibilidades de padecerlo tú también. Intenta hablar con las mujeres de tu familia, ya que es la mejor manera de descubrir si es algo normal o puede haber algún problema médico.
Síndrome de ovario poliquístico
Es una de las enfermedades más comunes en las mujeres.
En algunas mujeres puede que tarde años en manifestarse y en ser detectado. Otras mujeres pueden sufrir síntomas bastante marcados, siendo uno de los más habituales, el crecimiento del vello en la barbilla.
Si estás en esta situación, lo mejor para controlar el vello es:
- Mantener vigilado cómo va avanzando el síndrome.
- Acudir a las consultas médicas para las revisiones correspondientes.
- Seguir todas las instrucciones que te aporte tu médico.
Síndrome de Cushing
Es otro trastorno hormonal que se produce por la exposición a unos niveles de cortisol elevados. Es bastante habitual encontrar mujeres que desarrollan este síndrome por consumir medicamentos contra el asma y la artritis.
Puedes recurrir a la depilación para ir controlando el exceso de vello que produce este síndrome, pero lo mejor es realizar el ajuste a través de la medicación correspondiente que te asigne tu médico.
¿Cómo puedo eliminar el vello facial?
Lo primero que tienes que tener en cuenta siempre es que, si tienes el menor indicio de que la aparición anormal de vello se puede deber a alguna medicación que consumes o a alguna enfermedad, tienes que acudir a tu médico.
Si no es el caso, puedes recurrir a una serie de tratamientos u opciones.
- Depilación con cera: Es uno de los sistemas que más años lleva siendo utilizado. Y es que es uno de los más útiles para eliminar los vellos que te aparecen en la cara, porque los elimina de raíz y puede llegar a durar unas 4 semanas.
- Depilación con hilo: El efecto es el mismo que la depilación con cera. El vello se arranca de raíz utilizando dos hilos que al moverse sobre la zona deseada elimina el pelo. La duración de esta forma de depilación suele ser de 4 semanas.
- Cremas depilatorias: Hoy en día, puedes encontrar en los supermercados y en las farmacias gran cantidad de cremas depilatorias diferentes. Suelen funcionar muy bien en la eliminación del vello facial y, aunque no quitan el vello de raíz, cuenta con la ventaja de que existen variaciones en función del tipo de piel.
- Cremas decolorantes: Estas cremas no eliminan el vello, si no que lo decoloran. Puede ser una buena opción para aquellas mujeres que no quieran utilizar métodos que eliminen el vello de raíz en ciertas zonas, como por ejemplo las patillas, pero si quieran disimular su exceso.
- Láser: La solución más duradera, ya que actúa sobre el folículo piloso, es la depilación láser. Es un método indoloro y con rápidos resultados visibles. Si estás pensando en utilizar este método, consulta con tu médico si algún medicamento de los que tomas para el hirsutismo produce fotosensibilidad.
Ahora ya conoces más sobre el vello facial, cómo se produce y algunas de las posibilidades que existen para eliminarlo. No olvides acudir a tu médico si la cosa no mejora o no es lo habitual.