La celulitis edematosa o circulatoria es una gran preocupación para quien la sufre, ya que se trata del tipo más importante de acumulación de grasa que hay. La alarma ante este tipo de dolencia es habitual, pero no hay motivo para la preocupación ya que existen diversos tratamientos para disminuir sus efectos.
Una de las consecuencias de este tipo de celulitis es la deformidad en las extremidades inferiores. Esto puede ser debido a un problema circulatorio y linfático, que es a la vez sinónimo de llevar una vida sedentaria.
¿Qué es la celulitis edematosa?
La también conocida como celulitis circulatoria es la consecuencia directa de las deficiencias en los sistemas circulatorio y linfático. El cuerpo genera toxinas que necesita ir eliminando y cuando el sistema linfático presenta un problema y no puede deshacerse de ellas, estas quedan atrapadas en el cuerpo en forma de retención de líquidos acumulados sobre todo en las piernas.
¿Es posible prevenirla?
La prevención está en las manos del paciente, depende en gran parte de sus hábitos de vida. A continuación te damos algunos consejos para prevenir la celulitis edematosa: desde el ejercicio físico, que permite fortalecer la musculatura y, a su vez, permite una mejora en la circulación de la sangre, hasta una dieta saludable.
Evitar el consumo de carbohidratos y sodio previene la retención de líquidos, causante principal de esta celulitis que se caracteriza por ser blanda. En caso de sobrepeso, resulta conveniente la consulta a un especialista que ayude al paciente en la elección de una dieta personalizada. De esta forma, se aconsejará la retirada de azúcar y una especial atención a la ingesta de frutas y verduras.
La tranquilidad es un aspecto muy relevante, puesto que una vida estresante coopera en el deterioro del sistema linfático. En este sentido, el paciente puede intentar métodos de relajación, como la práctica del yoga e, incluso, la atención psicológica.
Síntomas de la celulitis edematosa
Para saber si padeces este tipo de celulitis, es necesario conocer los síntomas de la celulitis circulatoria, los cuales son muy característicos visualmente y por las molestias que produce:
- Hinchazón y deformidad en las extremidades inferiores. Todo esto derivado de la retención de líquidos que el sistema linfático defectuoso produce en el organismo. Se hace aún más perceptible al presionar un dedo sobre la zona afectada y comprobar la lentitud en que cambia el aspecto blanquecino de la piel al tono habitual.
- Falta de sensibilidad en la parte varicosa y dolor al tacto. Mediante el mismo, se puede notar, además, un aumento en el grosor de la epidermis.
- Mayor fatiga, que conduce a dificultades en la movilidad. Muchas personas definen estas características como pesadez en las piernas. Se hace peor la sensación con la aparición de calambres nocturnos estando en reposo.
Esta celulitis con aspecto de piel blanda, dificulta la circulación y la eliminación de las toxinas que se mantienen en el organismo. El dolor se hace perceptible, aunque el paciente sufre mayormente por el aspecto estético que provoca.
Tratamientos para combatir la celulitis edematosa o circulatoria
Masajes en la zona
Los masajes, aplicando fuerza y realizados por profesionales, son idóneos para activar la circulación de las piernas. Conviene realizarlos por la tarde, ya que es el momento del día en el que están más hinchadas.
Nunca deben hacerse automasajes cuando se sufra de esta dolencia, ya que se puede conseguir el efecto contrario y empeorar el riego sanguíneo de la zona. Un masajista experto conseguirá relajar las extremidades inferiores y aunque las fricciones pueden molestar en contacto con la piel, los resultados son muy positivos.
Tratamientos médico estéticos
Acudir a una clínica especializada puede adelantar el proceso de recuperación. Métodos como drenaje linfático con ultrasonido permiten eliminar la grasa nodular. La hidroterapia, por su parte, activa la circulación sanguínea, mientras que la presoterapia devuelve la correcta función linfática.
Realizar una intervención quirúrgica como la liposucción, aunque es más rápida, requiere una recuperación más compleja al precisar tratar la inflamación y el daño que provoca a consecuencia de la intervención quirúrgica.
Dieta equilibrada
Ponerse a dieta y el uso de diuréticos favorecen al organismo y al sistema circulatorio. Son claves para la reducción y aunque los resultados son a largo plazo resultan factibles.
Debes desterrar de tu alimentación grasas, carbohidratos y azúcares ya que en ningún caso son beneficiosos para el organismo. Cuando se padece de celulitis y se consumen alimentos de este tipo, la acentúa de manera excesiva.
Es aconsejable acudir a la consulta de tu médico estético, ya que será la persona indicada en estudiar los factores y características de cada caso. Según las peculiaridades del paciente, el profesional fijará una dieta determinada. Conviene recordar que es común a todas las personas los beneficios que se obtienen de la ingesta de vegetales y alimentos bajos en grasa.
Ejercicio físico
Hacer deporte de forma moderada es vital para que la circulación de la sangre fluya. La combinación de ejercicios quemagrasas como el running, pádel o la natación con otras disciplinas como el pilates y el yoga es el mix perfecto para obtener el resultado deseado. Una vida sedentaria es un factor de riesgo indiscutible.
Como hemos venido señalando, la celulitis circulatoria afecta en mayor grado al paciente por sus consecuencias estéticas. No obstante, los síntomas repercuten notablemente en la forma de vida, debido al daño y a la fatiga que produce.