El exceso de estrés le pasa factura a nuestro cuerpo. Nuestro ritmo acelerado de vida, los compromisos laborales y familiares, las prisas y las horas que le robamos al sueño son todos ellos factores de peso en la creación de elevados niveles de estrés en nuestro cerebro y organismo. En ocasiones, forzamos nuestro cuerpo hasta el límite, lo agotamos y lo dejamos exhausto.
Día a día, vamos acumulando estrés y cansancio. Notamos rigidez en el cuello, nos duele la espalda, sentimos una especie de presión sobre las cervicales y en la zona lumbar. Es probable que cualquier movimiento brusco el mero hecho de levantar un objeto pesado nos provoque un tirón o una contractura.
Contracturas musculares
Una contractura muscular es una patología. Un músculo o grupo de músculos se contraen de forma involuntaria, duradera e, incluso, permanente. Generalmente, este tipo de lesiones son muy comunes; no sólo se dan entre los deportistas sino que cualquiera podemos realizar un mal gesto, sobrecargar un músculo al realizar un esfuerzo o provocarnos una contractura cervical por una mala postura.
Nuestros músculos, tensos y fatigados, nos están avisando de que estamos haciendo algo mal. Sentir dolor en el cuello o en la espalda es una señal a la que debemos atender; necesitamos parar, relajarnos y ponernos en las manos de un fisioterapeuta. No hace falta esperar ese momento en el que ya no podemos más mientras aliviamos el dolor momentáneamente con algún fármaco antiinflamatorio.
Como sanar una contractura
El masaje descontracturante es, posiblemente, la técnica de amasamiento más extendida o, al menos, la más popular (dejando aparte el mero masaje relajante).
El masaje descontracturante está indicado para tratar la zona lumbar, los dorsales, las caderas, el trapecio, los hombros y el cuello. Tanto en el caso de la espalda como en el de las cervicales, existen diferentes terapias manuales y de manipulación. Entre otras, se emplean técnicas como la terapia miofascial, la punción seca o el tratamiento de los puntos gatillos. En cada caso, será nuestro fisioterapeuta quien deberá decidir cuál es el tratamiento más adecuado
Beneficios del masaje descontracturante
Una vez que hemos conseguido reducir el nivel de estrés y de tensión en la espalda o las cervicales, nuestros músculos estarán más relajados, la circulación de la sangre mejorará en las partes afectadas y sentiremos una reducción significativa del dolor. También vamos a notar que el masaje tiene efectos positivos sobre la piel ya que la fricción ayuda a eliminar las células muertas.
Gracias a la relajación muscular que conseguimos a través de este tratamiento, también notaremos que mejora la calidad de nuestro sueño y nos sentiremos más llenos de energía y con mucha más vitalidad.